Durante la última década los cambios sociodemográficos y culturales acaecidos en la ciudad de Valencia han propiciado la aparición de nuevas fiestas o la importación y adapatación de otras. En el caso de las primeras se puede destacar la Foguera de Velluters, que se celebra en enero en la plaza del Pilar (barrio de Velluters), como celebración lúdica y reivindicativa que conmemora la revuelta de los trabajadores de la seda (“velluters”) en 1856 para reclamar mejoras salariales, aunque ahora se reivindican mejoras en el barrio. También es relevante el Día del Orgullo LGTB, en junio, con una manifestación lúdica y reivindicativa que recorre el centro de la ciudad con multitud de carrozas, y con toda la expresión de la diversidad sexual.
Ente las segundas hay que mencionar las celebraciones del Año Nuevo Chino, con un desfile multicolor que recrea las principales manifestaciones de la cultura china, o los desfiles patronales de las comunidades andinas, que celebran sus diversas identidades nacionales y locales en las calles valencianas con despliegue de danzas y otros elementos de su cultura popular.