El Forn d’Alcedo está de celebración la última quincena de julio. Todo un año de trabajo de los clavarios y clavariesas encuentra su culminación en las fiestas patronales en honor de la Virgen de la Inmaculada Concepción y el Santísimo Cristo de la Agonía.
El primer destello de la fiesta llega con los arcos de luces que engalanan las calles de la barriada, que preceden al castillo de fuegos artificiales que sigue a la solemne misa en honor a la Virgen del Carmen el día 16 de julio. La semana comienza con el “tabalet” y la “dolçaina” ambientando una ofrenda solidaria de frutos para ayudar a las personas más necesitadas del pueblo, y continúa por las noches con “mascletà” y concurso de paellas entre otras actividades, siempre acompañadas por una verbena que asegura la diversión hasta altas horas. Como sucedía antiguamente, la murta adorna el pueblo mientras tienen lugar meriendas populares, las actuaciones o los castillos hinchables.
Las calles se vuelven protagonistas el último domingo del mes, con pasacalles para abrir el día y cabalgata para cerrar tras la misa y la “mascletà”, además de una procesión honorífica que parte desde la plaza de la Iglesia y que encuentra de nuevo en los fuegos artificiales el broche a las fiestas. Asimismo, la pedanía venera a San Antonio Abad en el mes de enero, cuando la bendición y el desfile de animales recuerda la importante vinculación de los vecinos con la huerta y sus trabajos.
