La noche del solsticio de verano se celebra multitudinariamente en València desde hace unas décadas con una gran asistencia a las playas valencianas. Antes era ya costumbre en los Poblados Marítimos que la gente acudiera a cenar bajo las estrellas y a bañarse, o a saltar las olas. Pero el ritual se extendió después del 750 aniversario de la conquista de la ciudad, cuando la gente comenzó a ir, animada por la construcción del Paseo Marítimo. La celebración cuenta con precedentes en el siglo XIX, cuando era vista como una apertura de la playa, el inicio de la época de baños.
Hoy en día es una fiesta popular, con hogueras que quema la población con la leña que facilita el Ayuntamiento en las zonas acotadas para ello. En la media noche es cuando se cumple con el rito de saltar las olas y otros rituales propios de la tradición mágica de esta fecha. La festividad también es celebrada por las comisiones falleras, que organizan más de 200 verbenas en las calles y plantan incluso sus propias hogueras. Las comisiones falleras colindantes de la iglesia de los Santos Juanes se encargan de la parte religiosa de la fiesta, organizando una procesión que recorre el centro histórico con la imagen del santo.